Cómo os conté anteriormente, antes de conseguir la consola, había intentado sin éxito que mis padres accedieran a comprarme un ordenador, mis objetivos habían estado centrados siempre en los Amstrad CPC ya fuera el modelo de disco, CPC 6128 o el de cinta, el CPC464, con monitor a color o verde y en menor medida en un Philips MSX que me gustaba mucho, un VG8020.
Estos ordenadores superaban las 50.000 ptas, ahora más de 300€, y esto en mi casa, ya era decir mucho para un cacharro que mis padres ni entendían ni querían entender.
No se porqué motivo, nunca me fije en los Commodore 64, ni en los ordenadores Sinclair, que eran más baratos, supongo que como solían venderse sin monitor, no me debían llamar la atención , no me parecían “serios”, al menos sin haberlos probado, aunque tampoco me atrajeron demasiado cuando tuve mi primer contacto con ellos, en el colegio.
Mi primera experiencia real con un ordenador , o sea la de sentarse ante un teclado, (las ensoñaciones que tenia mirando uno pegado al escaparate de las tiendas no cuentan), se remonta al año 89, en clase de ciencias de 7º de EGB.
Teníamos únicamente 3 ordenadores para una clase de unos 25 alumnos, así que intentad imaginar eso actualmente, ahora que está todo informatizado y que cada niño tiene su propio portátil.
De todas formas no estábamos todos agolpados delante de ellos, ya que esta clase de 25, estaba dividida en varios grupos de 4-5 niños que realizaban diversas actividades dentro del laboratorio, por las cuáles íbamos pasando todos: observación con el microscopio de diversos organismos, construcción con el Meccano, fotografía, una o dos actividades más que no recuerdo y la ya nombrada, informática.
Una de las actividades que más me gustaba era la óptica o fotografía, mundillo en el que nos iniciamos utilizando una cámara oscura, que si la memoria no me falla, construimos nosotros mismos, con lo que aprendiamos el proceso de principio a fin, incluso posábamos de modelo para la foto, quietos como palos durante 3 minutos, revelábamos negativo y positivo y observábamos el resultado final con gran ilusión, aunque a veces resultase una chufa, porque salíamos todos movidos o “quemados” por no controlar bien los tiempos del revelado, pero no importaba por lo entretenido y divertido del proceso.

Negativo y positivo de una de aquellas fotos. Si alguien se reconoce aquí que me demande, por utilizar una imagen suya sin su permiso. Las tetas de Sabrina son para ambientarnos mejor en la época.
Y por supuesto, la otra era la informática o más bien el Logo, que era lo único que nos enseñaban, y que a día de hoy puede parecer poco, pero que para la época considero que era perfecto, aunque la enseñanza del Basic me hubiese sido más útil, no estoy descontento con lo que supuso para mi el contacto con este lenguaje tan usado en los ochenta.
No sólo fue uno de mis primeros pasos en mi andadura informática, también es uno de los mejores recuerdos que tengo de mi infancia.
Así que le estoy muy agradecido a nuestro profesor Jordi, por sus clases tan poco mediocres, yo diría que avanzadas, al menos comparadas con otras materias y otros profesores de ese y otros humildes colegios como el nuestro, por hacer posible que unos niños fueran con ilusión a clase para aprender divirtiéndose, fuera o no fuera ésta su intención principal, y por no limitarse a enseñarnos lo que pensar, sinó a enseñarnos, simplemente, a pensar.
Podría aprovechar para despotricar de lo mal que están los profesores actuales en el campo tecnológico, ya que muchos no son capaces ni de manejarse con un windows, pero en realidad no creo que entonces contáramos con profesores mejor preparados, a pesar de la tendencia romántica que se tiene a atribuirle mejores cualidades a tiempos, personas, u objetos pasados, realmente, era tan difícil o incluso más, encontrar un buen profesor de informática, que ahora.
Si lo pienso detenidamente, creo que tuvimos bastante suerte de contar con un profesor así (a pesar de su carácter, pero nadie es perfecto), interesado en que con unos mínimos recursos, tuviéramos contacto no sólo con la informática de aquella época, sino con el resto de actividades de ciencias, pues no creo que otro profesor nos hubiera enseñado igual ni aún siguiendo indicaciones suyas, la prueba está en que no hubieron más clases en el laboratorio cuando éste se marchó del colegio 🙁
Volviendo a mi experiencia de bautismo computeril , gracias a estas clases, pude tener una experiencia con estos enseres y por suerte, ninguno de los 3 ordenadores del aula era ni del mismo modelo ni marca, con lo que el disfrute era equivalente al de comerte un Superchoc (ya sabéis, 3 helados en uno).
Lamentablemente para mis deseos cepeceriles ninguno de ellos era un Amstrad, lo que alimentaba aún más mi ansia por tener uno, había un Spectrum + conectado a un televisor en blanco y negro de 12 pulgadas , un Commodore 64 (aunque podria ser un VIC-20), conectado a un monitor monocromo verde, bastante más pequeño que la tele del Spectrum, unas 10 ó 9 pulgadas, y por último un flamante Sony MSX HB-20P , conectado a una , por aquel entonces, enorme pantalla de 25”.
Es fácil adivinar el preferido de todos, incluyéndome a mi, el MSX o el Sony como lo llamábamos algunos. No sólo porque estaba conectado a una pantalla más grande y a color, o porque fuera el más nuevo y estéticamente más llamativo, sinó porque el Logo de este ordenador, era en versión cartucho, y no había que esperar a cargarlo de cinta, además era bastante más completo, incluso permitía hacer pequeñas animaciones.
El Commodore tenia un teclado que no me parecía muy cómodo y te dejabas bastante la vista en un monitor tan pequeño, por lo que no era muy apetecible usarlo cuando te tocaba. Aprovecho este momento para comentar algo referente al típico mito o creencia que relaciona los ordenadores con la perdida de visión, más concretamente con la miopía: no tenia ni consola ni ordenador cuando comencé a perder vista, esto fue tres años atrás de la fecha de este relato.
El Spectrum, si tenia algo que me gustaba era, sobretodo su teclado, no se porqué, pues el teclado del Plus resulta un poco ortopédico, pero imagino que para un niño de esa edad era perfecto.
Además , su versión de Logo, hacia al teclear un “beep” por el altavoz que a mi me gustaba mucho.
Durante un tiempo pensé que era el ordenador per se el que producía ese extraño ruido, hasta que un día trasteando lo que no debía, supongo que tecleé adios (*), y esto me llevó al basic y pude comprobar que el bip-bip solo lo producía el Logo, y que no sabia que hacer con los comandos que me aparecían al teclear desde el Basic del Spectrum.

(*) “ADIOS” es un comando interno que te retorna al basic, pero entonces parecía que el ordenador te entendía, era cómo magia.
En esos momentos en que me “cargaba” algo, estaba bastante asustado, pues pensaba que mi metedura de pata, era de una gravedad terrible (como si el ordenador me hubiera preguntado “Juguemos a la Guerra Mundial Termonuclear” y yo le hubiera contestado: SI), y tenia que llamar a algún compañero (el que siempre dominaba toda la maquinaria, en este caso, solía ser Óscar) en busca de auxilio, aunque en esta ocasión , bastaba con teclear RUN para volver al Logo.
En otras ocasiones no tenia tanta suerte, y la pifia era tan grande que se tenia que volver a cargar de nuevo el Logo (y había que llamar a Óscar otra vez), por lo que si esto ocurría con el Commodore, la carga se hacía eterna, con el Spectrum era aceptable y con el MSX, no existía este problema al ser un cartucho.
En una de mis experimentales burradas, esta vez con el Commodore , pulsando alguna combinación de teclas, sucedió algo extraño, para estar conectado a lo que creía que era un monitor de fósforo verde, apareció un trazo ¡¡de color rojo!!. No puedo recordar con exactitud el tono de rojo, pero de lo que estoy seguro es que se veía de un color muy distinto al verde. Si alguien tiene una teoría al respecto, que me lo haga saber: era algún tipo de monitor CGA color adaptado, doble trazo, retinas chamuscadas, se aceptan apuestas.
Aparte de estos, mis primeros pinitos y pequeños estropicios con el C64 y el Spectrum, me viene a la memoria , algo que a día de hoy sería muy normal y fácil de hacer, seguramente con flash, pero que entonces nos llamaba mucho la atención, era ver a Óscar, delante del MSX programando una animación de un muñequito que se subía a una escalera, o algo parecido.
La mayoría de nosotros, lo más excepcional que hacíamos con el MSX era cambiar el fondo con cada color de la paleta del ordenador, o buscar entre los gráficos ya predefinidos, una imagen que nos gustará, por ejemplo, el dibujo de un delfín.
Otro día, alguien trajo de su casa un juego de Spectrum (seguramente Óscar, de nuevo XD ), cuyo recuerdo tengo algo borroso, pero creo que era el Operation Wolf. Al contrario de lo que esperaba, a mí, en ese momento me pareció un juego horrible, no me atrajo nada el tipo de juego, ni cómo se veía. Es curioso, supongo que habiéndolo experimentado, prefería mil veces más programar con el Logo que jugar. O quizás es que para jugar, seguía prefiriendo un Amstrad o un MSX, que de éstos había visto juegos y me parecían más chulos. Pero creo que para profundizar sobre Amstrad , MSX y videojuegos, será mejor dejarlo para otra ocasión.
Esta vez me quedo con la experiencia enriquecedora de haber podido acceder a la informática en la escuela, en un tiempo en que el uso de los ordenadores no estaba tan extendido , a muchos de nosotros nos hizo mucho bien el poder aprender y porqué no, trastear, ya que no tenia ocasión de hacerlo en otro lugar. Realmente, es así cómo se aprende, ¿no?
A Jordi, a Óscar y al extinto C.P. Josep Trueta.
Hola.
Enhorabuena por tu artículo, me ha hecho recordas tiempos agradables.
Cierto, ¿por qué se empeñaron en enseñarnos Logo? No recuerdo que ordenador usaba en el Instituto, en el colegio no habían llegado todavia los ordenadores.
Yo había estudiado ya BASIC y algo de COBOL en academias.
Mi primer contacto fue con un ordenador Dragón 64. Dos personas por ordenador. Y eso sí haciendo programas en BASIC.
Luego me apunté a otra academía y eran PCs con 640Kb de RAM no sé si XT o ya AT y ahí es dónde continué con el BASIC y con el COBOL y estando ya en 1º de BUP dejé la academia que además me pillaba a una hora de casa.
Para luego llegar a clase y encontrarme con la «tortugita».
A todo esto, mi primer ordenador lo tuve con 11 años y mi primera clase de informática a los 7. Me costó convencer a mis padres jeje.
¡Salud!
La elección del Logo, supongo que debía ser porque era un lenguaje sencillo y bastante lógico de entender , las instrucciones eran del tipo gira derecha (gd), avanza (av), etc , y funcionaba de manera causa -> efecto, dabas una instrucción y en seguida obtenías el resultado gráficamente por pantalla, sin necesidad de teclear un listado largo.
Además supongo que la parte gráfica era más llamativa de cara a niños, no sería lo mismo hacernos teclear un programa para obtener el resultado final de una operación, que un hexágono. Aunque a mi me hubiera gustado más Basic. No sé si quizás en 8º hubieramos dado algo, el profesor que nos daba estas clases, se marchó en 7º, y no llegamos a tocar un ordenador durante el último curso, así que quien sabe.
Vaya, que suerte la de tu experiencia en la academia, ya lo hubiese querido para mi.
Un saludo!